For Matti

Pocas veces me siento a pensar en alguien, a decirle cuánto los quiero y dedicarles algo. Pocas veces sale bien porque me pongo a pensar de todas las cosas buenas y estas se mezclan con las malas y termino con un gran nudo en mi cabeza. Además, las palabras no salen. Se quedan atoradas. Es como si tuviera rejas en mi garganta que evitan que mi corazón salga. Y quiere salir. Quiero tener voz de Shakespear y enamorarte, mi dulce día de verano, dedicarte más poemas que Petrarca a Laura, verte a los ojos y decirte que te amo como se dicen los enamorados.

Pero no.

Yo estoy enamorada de ti, créemelo. Pero no estoy enamorada de ti porque quisiera que tomaras mi mano todos los días hasta que poco a poco nuestras manos agarren marcas, cicatrices, manchas de sol y arrugas que muestren el paso del tiempo que nosotros ni notaríamos porque no veríamos nuestras manos nunca sino que siempre nos veríamos a los ojos. No, Matthias. No estoy enamorada de ti de esa manera. Pero sí estoy enamorada.

Estoy enamorada de cómo piensas. Y lo que más me intriga de ese cerebrito que tienes es porque no vives en las nubes ni en la tierra ni en medio. Realmente no sé donde vive tu cerebro. Siempre que lo imagino pienso que debe tener una casa de lujo en algún lado cerca de la playa donde no existe preocupación ni apatía sino una calma total en la que puedes ser sumergido en un mar de conceptos, ideas, teorías, teoremas, diagramas, fórmulas y de todo lo que tú quieras y tu cerebro solo bebe esta agua salada. Pero no lo envenena. Lo que causaría la muerte en otros no causa la muerte en ti. Es más, tu cerebro ya se acostumbró tanto a ese sabor salado que no beber del mar creo que simplemente le sería imposible. Eres un pez. O más bien, tu cerebro lo es.

Y si yo fuera una personita pequeña dando un tour adentro de ti, debo decir que la atracción principal no sería tu cerebro. Mínimo no para mí. Tu cerebro es como un cartel que ponen en la entrada de un museo para anunciar que están presentando la Mona Lisa, solo por una semana. Pero tu corazón es por lo que la gente se queda en el museo y nunca lo quiere dejar. Porque, si tú fueras un museo, tu corazón sería una pieza por un autor anónimo que nadie puede dejar de ver. Es hipnotizante. Es de esas imágenes que miras y te sientes allí, juntito al perro, escalando el frío Everest en una gran aventura o simplemente sentado en un parque que existió hace docientos años y al que tu alma desea escapar. Cuando yo miro tu corazón no deseo quedarme sentada en frente. Muchas personas se quedan en esa silla, contemplando. Yo no. Me aburre estar sentada. Me aburre ver pero no entrar. Solo ver es como tener una ventana de vidrio sin  puerta para llegar a lo que estás viendo. No. Yo quiero tocarlo.

Quiero tocarte. Y sé que suena mal, pero solo soy carne, huesos, cerebro y corazón. No tengo acceso a una máquina que me deje explorar tu playa ni que me deje pasearme por los pasillos de tu corazón. Simplemente tengo unas manos que anhelan tu calor. Sentir frío es horrible. No me gusta cuando te pasa a ti. Pero me gusta cuando hay calor. Me gusta verte sudar después de un beso apasionado. Me gusta ver mi reflejo en tu mirada y saber que estás allí, que en ese momento no hay fuerza en este mundo que separe tu corazón del mío. Es mi momento de tocar. Literal y figurativamente. Porque toco tu corazón pero también toco tu cuerpo. Y… wow. Eres increíble. No es que pueda compararte a alguien más, pero a veces me da miedo irme con otra persona y tener que compararla contigo.

Estoy enamorada de ti. Como amiga. Con la palabra “enamorada” me refiero estar en un profundo estado de amor mezclado con admiración y una “pizca” de deseo. No te amo por romance. Eso no es para nosotros. Eso no es malo.

A veces imagino… E imagino… E imagino… y no dejo de pensar en lo inteligente que eres, el hermoso corazón que tienes, y las manos curiosas en mi cintura.  Y sigo imaginando, porque nunca terminaré de conocerte. Y eso es genial, porque siempre habrá más. Solo puedo imaginar  y me muero por saber cuál es mi siguiente parada en el tour.

 

Leave a comment